No
hay día que pase que se agrande más la pesada carga del olvido, del
injusto olvido al que someten a quienes, tan españoles como otros,
duermen eternamente no se sabe dónde. Es muy raro todo lo que está
sucediendo. El olvido que sigue imponiendo la derecha más cerril de
este país es hasta insultante. Cuando se habla de la crisis, la
culpa es de la herencia recibida, de los socialistas, claro; también
cuando se hace de la Memoria
Histórica se condena a la
izquierda que quiere remover el pasado para enfrentar de nuevo a los
españoles, incluso la Iglesia, siempre fiel a esa derecha, amedrenta
a los ciudadanos con el fantasma de otra guerra civil. Todos son
culpables de algo, excepto ellos, que cuidan y consienten, transigen
con la herencia recibida del franquismo, de sus símbolos y signos,
de sus políticas, de su adoctrinamiento y propaganda, y lo que es
más grave, de su espíritu en pleno siglo XXI.
Esa derecha rancia vive y se pavonea
por doquier. Existe aún, por desgracia, en muchos pueblos y ciudades
de España. Es la derecha despótica y corrupta, destructora de
derechos, aniquiladora de sueños. El olvido –decía- se impone
como norma. Es curioso comprobar hasta qué grado contagia a los
representantes de la izquierda que, acomodados en su rutina, se
mantienen ajenos e indiferentes a este debate. Existe en el municipio
de Roquetas de Mar un pabellón polideportivo con el nombre de Máximo
Cuervo, ¿lo sabían? ¿Conocen la trayectoria de quién responde a
ese nombre? Si le preguntáramos al Sr. Amat, Alcalde de Roquetas y
Presidente de la Diputación de Almería, nos diría que fue un
español de pro, que solo hizo el bien, como constituir la Sociedad
Urbanizadora de Aguadulce, construir el Hotel del mismo nombre, haber
sido declarado Hijo Adoptivo de Roquetas de Mar y Medalla de Oro de
la Provincia. ¿Les parece poco? Sin embargo, Máximo Cuervo fue, por
encima de todo, un estratega de la represión franquista, que se
entregó a prácticas inhumanas en los recintos carcelarios de la
dictadura siendo Director General de Prisiones y Presidente del
Patronato para la Redención de Penas por el Trabajo; fue el inventor
del turismo carcelario y el responsable del exterminio por hambre en
las prisiones franquistas. Miembro destacado de Acción Católica
permitió que la crueldad, las fiebres tifoideas y la tuberculosis
provocaran la muerte de muchos españoles, entre ellos la del poeta
universal Miguel Hernández. Máximo Cuervo fue la viva
representación de la maldad, y por eso, al día de hoy, luce su
nombre en un pabellón polideportivo de Roquetas.
ESTACIÓN
SUR______________________________José
Antonio Santano